La película “Tiempos Modernos”
refleja la situación laboral, social y económica de los años
posteriores a la crisis de la bolsa de valores (E.E.U.U) en 1929. Protagonizada por
Chales Chaplin como un trabajador de la clase social, y Paulette Goddard como
una joven, pareja del obrero antes nombrado, quien comienza a trabajar por
primera vez debido a La Depresión.
Se puede decir que las primeras imágenes de la película son muy significativas. Primero, el reloj (que anda) nos da la sensación de que el tiempo era lo más importante que en esa época se podía tener (o al menos lo era para las industrias). Luego, el rebaño de ovejas simboliza a los trabajadores dirigiéndose hacia las fábricas a primera hora del día; haciendo un paralelismo con la siguiente imagen (la de los hombres saliendo del subterráneo para ir a trabajar. A partir de ese momento, todas las imágenes que seguirán representan la repetitiva rutina a la que eran sometidos los trabajadores industriales (cuando suena la sirena de la fábrica, un operador jala de algunas palancas para que las máquinas comiencen a funcionar).
La película muestra diferentes
grupos sociales para describir la época. Por ejemplo, uno es el de los
trabajadores de la clase baja. Ellos son representados como “máquinas” o “un
engranaje más de la fábrica” (como es en una de las primeras imágenes de la
película antes mencionadas, pero también a lo largo de todo el filme cada vez
que se los ve trabajar). Sus viviendas son mostradas como unas muy precarias,
que por poco se caen a pedazos. Por otra parte, un grupo social
muy importante que se muestra en la película es la de las autoridades como los
policías y los oficiales. Son representados como los que mantienen el orden y
evitan el caos a toda costa (como es el caso de las huelgas de los
trabajadores, quieres son reprimidos por ellos y a muchos se los llevan a las
prisiones).
Es por esta razón que podemos
decir que la situación laboral de los trabajadores industriales era pobre y por
lo tanto, inestable. Esto se debe a que, las horas laborales eran muchas y
durante ellas, los hombres eran explotados a más de lo que ellos podían dar. No
se respetaban sus horarios de almuerzo, la velocidad a la que eran obligados a
trabajar era increíblemente rápida. Es así que le otorgamos ese segundo
calificativo: hacían huelgas largas cada “dos por tres” para luchar por sus
derechos. Aunque muchas veces se acordaban nuevos términos entre empleador y
trabajadores, una vez que volvían a abrirse las fábricas, no se respetaban esos
acuerdos, por lo que volvía a haber los llamados “paros”.
Hagan click aquí y podrán leer una noticia periódistica actual que trabaja el concepto de industrialización y el punto de vista sociológico de este proceso.
Agustina
ResponderEliminarmuy bueno el análisis. El punto sobre los sociólogos está incompleto.
NOTA 9